Tras unos instantes algo confusos Yandrack se ubico por lo poco que recordaba, se encontraba en el gran edificio que habia visto cuando estaba en las estribaciones monntañosas, pero era mas grande de lo que habia calculado y una sensacion muy extraña le recorria la espina dorsal, era magia, eso seguro, al llegar dos chicas le habian salvado y curado(al menos en parte) entre las dos consiguieron ayudarlo a subir por la gran escalera de caracol,y entonces el joven detecto algo raro cuando una de sus salvadoras le dedico una sonrisa-eso son colmillos....¿donde me he metido?-se preguntaba el joven hasta que se detetuvieron en uno de los pisos, los tres entraron en un cuarto que estaba lleno de camas y muy bien ilumnado por la gran cantidad de ventanas que poseia, Yandrack no se sentia agusto con estas personas pero tampoco tenia fuerzas y sabia que aun estaba herido asi que no opuso resistencia cuando lo tendieron sobre una de las camas, observo a las jovenes con desconfianza sus ojos de un color violeta claro brillaban de inseguridad y no pudo mas que cerrar los ojos y dejarse llevar por los sentidos....

Mi misión de salvar a Arthenos había fracasado en cierto modo.
Fracasado en cierto modo, no porque lo hubiesen matado, sino porque el dios, por lo visto, aparece por que sí para salvar a sus subditos más leales. Entonces, ¿porqué lo habían mandado allí?.
Llevaba un día paseándome por la torre, haciendome pasar por un emisario del lago de la luna.
Se había hecho de noche, me quedé en las cocinas, y convencí a la cocinera(sin mucho esfuerzo) de que me dejase relajarme en las cocinas, que yo recogería mi plato.
Tras ello, ví a unos alumnos pasar, era ya noche entrada, así que me extrañó, y resultaba que había un chico herido, estaba semi inconsciente, le leí la mente, y me extrañó, no encontraba gran cosa, todo estaba borroso. ¿Había perdido la memoria?, interesante. Observé que era nuevo, no lo conocían esos alumnos que eran de su mismo grado. ¿Sería un no iniciado?, más interesante aún. Estaba chamuscado, pero se veía que no sabía magia para enfrentarse a un mago. Y dudo que hubiese luchado con Oga o con algún dragón.
Con un hechizo de metamofosis del libro de la tierra, y ayudandome de la oscuridad, y la magia negra, conseguí hacerme un manto de sombras.
Los seguí, llegaron a la enfermería, ¡claro!. Pero a estas horas no había nadie. Aprobeché que llevaba la túnica roja de consagrado para hacerme pasar por el curandero:
-¡Eh!, ¿porqué tanto alboroto aquí?.-hice como si me enfadase.-¿Qué hacéis aquí?, la enfermería está cerrada. Reprimí una exclamación al ver al chico.Y usando mis poderes mentales, la magia negra, y que estaban confusos y deseando un curandero, les dije:- Chicos, saliros de aquí, voy a curarle, a ver lo que puedo hacer.-hice una pausa y los señalé con el dedo.-Iros ya a dormir, gracias por traerlo. Y tú, chico-dije dirigiéndole la palabra al herido-Ten más cuidado la próxima vez, no queremos perder a un no iniciado.-sonreí.
Cuando se fueron los otros chicos, dejé de sonreír, cerré la puerta con pestillo, y me dirigí al chico herido.
-Bueno, veamos lo que tienes aquí-le limpié y curé superficialmente las heridas con el hechizo que hay para ello en el libro del agua. Tras ello, usé hechizos del libro de la tierra para comenzar a cerrar las heridas. Hice una plasta con lo que reconocí en la enfermería, que le apliqué a las heridas más graves. Le dí un brebaje que aumentaría su energía.
Mientras tanto descubrí que, de alguna manera, de su cuerpo había salido fuego, que había quemado a varios lobos y calcinado a uno de ellos. También, que como conferían mis sospechas, había perdido la memoria. No había mentalistas en el bando de la diosa, yo le había salvado la vida, en cierto modo, por lo tanto, confiaría en mí, y yo podía ayudarle con su amnesia. Estaba leyendo su mente como un libro abierto, viendo su historia, pero no estaba muy concentrado, todo esto lo estaba consiguiendo gracias a que él estaba débil, confundido, y confiaba en mí.
Cuando terminé con él, mandé un mensaje a Arwin de irnos, puse mi mano sobre el chico, y con la otra hice el gesto de teletransporte. Desaparecimos de la estancia...

Yandrack estaba tumbado en una de las camas con los ojos cerrados intentando relajarse, pero pronto un ruido extraño le hizo abrirlos de nuevo-mas extraños- penso el joven- mientras observaba a un chico vestido con una tunica roja que impartia ordenes con cierta autoridad y pedia explicaciones

Chicos, saliros de aquí, voy a curarle, a ver lo que puedo hacer-dijo el hombre señalando a las dos chicas, despues se giro y vio al propio Yandrack-Y tú,Ten más cuidado la próxima vez, no queremos perder a un no iniciado- iba diciendo aquel chico mientras sonreia

cuando las dos chicas hubieron salido aquel individuo cerro la puerta tras de ellas, algo en que Yandrack no se fijo es que la puerta fue cerrada con el pestillo, aun asi sus ojos se estrecharon peligrosamente-¿tu tambien eres un mago?-pregunto Yandrack con voz hostil mirando fijamente su tunica roja, aunque se relajo visiblemente cuando aquel extraño comenzo a curarle las heridas, asi que volvio a cerrar los ojos justo para sentir como una mano ajena tocaba su frente-¡magia! -alcanzo a pensar... abrio los ojos de manera desorbitada antes de que ambos desparecieran de la estancia