Ascendí hasta las dependencias de Alice y llamé a la puerta de su despacho, ya que pensé que era allí donde debía estar a aquellas horas. Sin embargo, nadie contestó. Empujé la puerta y vi que la habitación estaba vacía. El resultado fue el mismo cuando repetí la operación en su laboratorio y en su habitación. Bajé a la planta baja y me choqué de bruces con el aprendiz de segundo grado que me había ayudado a cruzar el lago. Había estado desde que llegué a la escuela pendiente de si lo veía para preguntarle su nombre, pero en aquel momento estaba pensando en otra cosa. " ¿ Has visto a Alice Corhead, la señora de la Escuela?" le pregunté.
" Partió inmediatamente de madrugada por un asunto importante" " ¿Por qué asunto?" " No lo sé, la verdad" " ¿ No te parece que aquí hay algo raro ?" "Pues la verdad es que, ahora que lo dices, me extraña muchísimo que ser haya ido tan precipitadamente. Algo debe ir mal " " ¿ Y qué vamos a hacer?" " Y dentro de una hora me traslado a La Torre, que dicen que es una escuela de alta hechicería mucho mejor que esta. Allí An-Kris de los Robles, también conocido como Fenris el elfo, consiguió controlar sus cambios" Se me cortó la respiración al oír hablar de mi antepasado, al cual admiraba profundamente "¿ Puedo irme contigo?" "Me encantaría que vinieras conmigo, pero el mago que va a venir a por mí solo puede llevar a uno" Esto me extrañó un poco, porque tenía entendido que el hechizo de teletransportación no tenía límite de personas " Entonces, ¿ no puedo ir?" "Tienes que decírselo a algun maestro para que se lo comunique a alguien de la Torre" " Vale, gracias. Lo haré. Por cierto, aún no nos hemos presentado. Yo me llamo An-Jon, ¿ y tú?" "Yo soy Jack, encantado". Me despedí de Jack e hice lo que me había dicho.
Aquella noche, un mago alto de larga barba llegó a la Escuela y me preguntó que si estaba listo. Yo ya había recogido mis cosas y le dije que sí. Ambos nos teletransportamos a la Torre.