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Capitán Sherak
Humano
Nombre : Sherak
Escuela : La Torre, Castillo del Mar Espectral (magia), Guardiadragones del Mar (lucha)
Bando : La Diosa
Condición vital : Vivo
Cargo especial : Mentalista
Rango de mago : Mago consagrado, Especialidad en Magia del Agua, Especialidad en Magia de Sangre
Rango de guerrero : Guerrero exaltado, Experto (espadas, una mano; lanzas,una mano; hachas, una mano), Especialidad en Guerrero de Hielo, Especialidad en Guerrero de Tierra
Clase social : Ex-General del Ejército de Wölfkrone; Capitán del Ōmibozu; Guardián de los Oceanos.
Mensajes : 142
Fecha de inscripción : 10/03/2015
Amor bajo la lluvia (Priv. Narshel)por Capitán Sherak, Sáb Oct 17, 2015 4:20 pm
Nuestros cuerpos se materializaron en mitad del bosque del Valle, nuestras manos aún seguían entrelazadas, y nuestras miradan estaban fijas en las del otro, con una sonrisa mútua. La lluvia no tardó en mojarnos, pero no era desagradable, ambos queríamos salir. Porque teníamos derecho a compartir lo nuestro con la naturaleza, porque era lo único que no nos haría daño y guardaría el secreto.
Miré al cielo, y recibí a la lluvia con los ojos cerrados, sintiendo como alcanzaba mi ropa y la mojaba hasta pegarla en mi piel. Volví a mirar a Narshel y esbocé una sonrisa divertida al ver esos ojos preciosos que me llevaban a otro mundo, a otra dimensión.
-¿Ves? Aquí nadie nos observa.-Me acerqué a ella y rocé sus labios con los míos. La quería, la quería muchísimo, me estaba dando cuenta de que cada momento, cada segundo que pasaba ese sentimiento aumentaba cada vez más. Puse anbas manos cada una en un lado de su cintura, y lentamente fui moviendome, hacia delante y hacia atrás, hacia un lado y hacia otro. Estaba bailando, despacio, con los ojos cerrados. Disfrutando de la lluvia, del contacto con Narshel... Del beso que la di para acabar con ese roce.
-Te quiero.Susurré después de besarla. No podía dejar de repetírmelo en mi cabeza: La quería, sí, aunque fuera redundante decírselo. Mi corazón ahora la pertenecía a ella, y estaba seguro que ambos seríamos muy felices el uno con el otro.
Miré al cielo, y recibí a la lluvia con los ojos cerrados, sintiendo como alcanzaba mi ropa y la mojaba hasta pegarla en mi piel. Volví a mirar a Narshel y esbocé una sonrisa divertida al ver esos ojos preciosos que me llevaban a otro mundo, a otra dimensión.
-¿Ves? Aquí nadie nos observa.-Me acerqué a ella y rocé sus labios con los míos. La quería, la quería muchísimo, me estaba dando cuenta de que cada momento, cada segundo que pasaba ese sentimiento aumentaba cada vez más. Puse anbas manos cada una en un lado de su cintura, y lentamente fui moviendome, hacia delante y hacia atrás, hacia un lado y hacia otro. Estaba bailando, despacio, con los ojos cerrados. Disfrutando de la lluvia, del contacto con Narshel... Del beso que la di para acabar con ese roce.
-Te quiero.Susurré después de besarla. No podía dejar de repetírmelo en mi cabeza: La quería, sí, aunque fuera redundante decírselo. Mi corazón ahora la pertenecía a ella, y estaba seguro que ambos seríamos muy felices el uno con el otro.
Narshel
Humana
Nombre : Narshel Letswick Even
Escuela : La Torre
Bando : La Diosa
Condición vital : Viva, Kin-Shannay
Cargo especial : Señora de la Torre, Maestra de Magia de la Tierra
Rango de mago : Archimaga, Especialista en Magia de la Tierra
Clase social : Plebeya
Mensajes : 455
Fecha de inscripción : 02/05/2011
Edad : 28
Localización : La Torre
Re: Amor bajo la lluvia (Priv. Narshel)por Narshel, Lun Oct 19, 2015 11:48 pm
Por la Diosa, jamás habría imaginado que mis palabras, verbalización de un deseo que no esperaba que se cumpliera, terminarían transformándose en realidad tan pronto. En un segundo allí estábamos: solos, bajo la lluvia, en medio del Valle, y yo no dejaba de mirar al cielo, entre los troncos, entre los árboles, entre las montañas y la tierra, por si aparecía alguien para descubrirnos. Pero no importaba adónde mirara: el mundo estaba solo, y nos pertenecía a nosotros dos. No sentía vida humana en ninguna parte, más allá de nuestros cuerpos. Yo era experta en magia de la Tierra, y experta en el Valle. Si alguien se acercaba lo sabría, lo sabría...
Así que lo besé, y seguí el juego de sus pasos mientras bailábamos, con la misma ilusión romántica que llevaría por bandera si todavía hubiera tenido quince, diecisiete o veinte años. Las dulces gotas húmedas de la lluvia resbalaban por mi piel y por la suya, por mi ropa y por la suya, y tamborileaban lentas melodías al compás de nuestros pasos. Delante y detrás, delante y detrás...
—Oh, por la Diosa, esto es una auténtica locura.
Solté una carcajada sincera, al tiempo que movía torpemente mis pies, unos pies que nunca habían sido entrenados para bailar.
Así que lo besé, y seguí el juego de sus pasos mientras bailábamos, con la misma ilusión romántica que llevaría por bandera si todavía hubiera tenido quince, diecisiete o veinte años. Las dulces gotas húmedas de la lluvia resbalaban por mi piel y por la suya, por mi ropa y por la suya, y tamborileaban lentas melodías al compás de nuestros pasos. Delante y detrás, delante y detrás...
—Oh, por la Diosa, esto es una auténtica locura.
Solté una carcajada sincera, al tiempo que movía torpemente mis pies, unos pies que nunca habían sido entrenados para bailar.
Capitán Sherak
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Nombre : Sherak
Escuela : La Torre, Castillo del Mar Espectral (magia), Guardiadragones del Mar (lucha)
Bando : La Diosa
Condición vital : Vivo
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Rango de mago : Mago consagrado, Especialidad en Magia del Agua, Especialidad en Magia de Sangre
Rango de guerrero : Guerrero exaltado, Experto (espadas, una mano; lanzas,una mano; hachas, una mano), Especialidad en Guerrero de Hielo, Especialidad en Guerrero de Tierra
Clase social : Ex-General del Ejército de Wölfkrone; Capitán del Ōmibozu; Guardián de los Oceanos.
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Re: Amor bajo la lluvia (Priv. Narshel)por Capitán Sherak, Dom Oct 25, 2015 2:19 pm
Narshel se movía como podía, claramente podía verse que no estaba habituada a bailar, que incluso nunca lo había hecho, por ello trataba de moverme despacio, exagerando quizás exagerando un poco los movimientos para que ella entendiera el patrón. Yo sabía bailar, puesto que he tenido años de vida suficientes como para aprender, hasta el punto de dominarlo y moverme con una gracia y estilo tipicos de un profesional. Por eso, tampoco me resultaría difícil enseñarla a Narshel: Irónico, puesto que ella fue mi Maestra años atrás.
-Mueve los pies al mismo ritmo que yo, así.-Repetí de nuevo el ciclo de pasos, algo más despacio para que se moviera al mismo tiempo que yo.
Llegó un momento que, curiosamente, empezamos a movernos al mismo compás, pero sin exagerar tanto como en los bailes de palacio. Era un baile más pausado, más tranquilo, más íntimo. Me movía sin quitar la mirada de Narshel, hipnotizado por su cabello, por su piel, por sus ojos. Y fue error mío el hacer eso, pues de pronto, sentí que Narshel me pisaba accidentalmente y me hacía tropezar hacia atrás. No tuve tiempo de recobrar el equilibrio y ambos caímos al suelo, ella encima de mi, y yo sobre la hierba mojada. Mi golpe fue algo duro, e incluso el suelo tembló un poco, pero el de ella no lo fue ni por asomo igual, puesto que mi cuerpo seguramente la habría amortiguado el golpe. Sin embargo, eché a reír por semejante imprevisto.
-Un poco más y el Valle entero se desploma por mi golpe.
-Mueve los pies al mismo ritmo que yo, así.-Repetí de nuevo el ciclo de pasos, algo más despacio para que se moviera al mismo tiempo que yo.
Llegó un momento que, curiosamente, empezamos a movernos al mismo compás, pero sin exagerar tanto como en los bailes de palacio. Era un baile más pausado, más tranquilo, más íntimo. Me movía sin quitar la mirada de Narshel, hipnotizado por su cabello, por su piel, por sus ojos. Y fue error mío el hacer eso, pues de pronto, sentí que Narshel me pisaba accidentalmente y me hacía tropezar hacia atrás. No tuve tiempo de recobrar el equilibrio y ambos caímos al suelo, ella encima de mi, y yo sobre la hierba mojada. Mi golpe fue algo duro, e incluso el suelo tembló un poco, pero el de ella no lo fue ni por asomo igual, puesto que mi cuerpo seguramente la habría amortiguado el golpe. Sin embargo, eché a reír por semejante imprevisto.
-Un poco más y el Valle entero se desploma por mi golpe.
Narshel
Humana
Nombre : Narshel Letswick Even
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Bando : La Diosa
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Re: Amor bajo la lluvia (Priv. Narshel)por Narshel, Miér Ene 20, 2016 2:11 am
Fue una caída suave, ligera, casi elegante; podía decirse, incluso, que hasta que no estuve a pocos centímetros del suelo no supe que estábamos cayendo y que aquello no era una parte más del baile. El voluminoso cuerpo de Sherak restalló contra la tierra, pero yo no sentí más que una ligera perturbación, porque él estaba allí, como un colchón de plumas, para recibir el peso de mi cuerpo, arrebatándole ese placer a la dureza del suelo y a la humedad de la hierba.
—¿Te has hecho daño? —le pregunté.
Pero no estaba preocupada, porque vi que se reía. Me dejé caer, dulcemente, hacia un lado, sobre la hierba, y posé los ojos sobre el cielo sombrío, encapotado.
—Lo siento —dije, sonriendo—. Creo que ha quedado claro que el baile no es mi punto fuerte. Al menos todavía.
Aún así, había sido divertido, una locura más de las tantas otras que, intuía, estaban por llegar. Incliné la cabeza hacia él; mi pelo y el suyo, desparramados ambos sobre la tierra, permanecían entrelazados. Era increíble que lloviera tanto y que no sintiera el frío ni la humedad de la lluvia; no podían molestarme las impertinencias del tiempo. Al contrario, aquel murmullo sereno de las gotas al precipitarse sobre el Valle, en buena compañía, me parecía una experiencia irremplazable.
—¿Te has hecho daño? —le pregunté.
Pero no estaba preocupada, porque vi que se reía. Me dejé caer, dulcemente, hacia un lado, sobre la hierba, y posé los ojos sobre el cielo sombrío, encapotado.
—Lo siento —dije, sonriendo—. Creo que ha quedado claro que el baile no es mi punto fuerte. Al menos todavía.
Aún así, había sido divertido, una locura más de las tantas otras que, intuía, estaban por llegar. Incliné la cabeza hacia él; mi pelo y el suyo, desparramados ambos sobre la tierra, permanecían entrelazados. Era increíble que lloviera tanto y que no sintiera el frío ni la humedad de la lluvia; no podían molestarme las impertinencias del tiempo. Al contrario, aquel murmullo sereno de las gotas al precipitarse sobre el Valle, en buena compañía, me parecía una experiencia irremplazable.
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