Estimado cardenal Marco:

Os escribo con urgencia para informaros de las alarmantes nuevas que me ha relatado, por carta, el cardenal don Leriano de Lutaria, que, como bien sabéis, fue nuestro enviado a Aleketh para arreglar la situación en el Sur. Lamentablemente, la situación es peor de lo que esperábamos. La princesa Dahienna Al-Wareh ha tomado el mando del reino y blasfemó contra Dios y contra la Inquisición y la monarquía del Centro, y mandó a encarcelar a nuestros emisarios en las mazmorras de su palacio. Su Eminencia don Leriano confirma que esa mujer ha pactado con el Diablo, y que es bruja, y no alcanzo a entender cómo mi hermano el rey don Henricus III, en santa paz descanse, ha permitido que el Sur haya pasado tantos años en manos de una practicante de brujería emparentada con Satán.

Como reina de Garnalia, es mi deber salvar el Sur de la tiranía de los infieles y, por eso, os ruego que en vuestro viaje al Norte utilicéis los presentes que os envío con esta carta para establecer un pacto con el rey de Wölfkrone. Lo último que conviene a Ereaten es que el Norte imite la sublevación de Dahienna, por lo que confío en que sepáis arreglar en mi nombre una alianza firme con nuestro vasallo, a fin de contar con su apoyo y privar al Sur de cualquier ayuda externa. Llegad a un acuerdo, Eminencia, considerando la débil posición de las tierras norteñas y su pobreza, y que yo, reina de las Tres Garnalias, estoy dispuesta a ofrecer mi ayuda para solucionar sus problemas internos a cambio del refuerzo de nuestra unión.

En vos deposito mi entera confianza,
Yo, la Reina.