Ha sido una de las peleas más interesantes que he observado en toda mi vida. Al ver a aquel gigantésco hombre de agua, sentí curiosidad por saber de quién se trataba. Por ello, me teletransporté lo más cerca posible del lugar de los hechos. Entonces ví cómo el gigante de agua atacaba sin piedad a su adversario, llevándose consigo gran parte del bosque colindante. Sin embargo, pude ver como un muchacho de cabellos oscuros utilizaba el conjuro de teletransportación para escapar de la ola gigante.

Y así fué cómo le encontré. Un hombre de cabellos largos y plateados, con la piel blanca, suavemente bronceada. Pero lo que más me divertía eran sus ojos. Ojos que intentaban salir de sus órbitas al oír lo que yo, telepáticamente, le había comunicado.

- Hooolaaa - saludé, como si fuera un niño pequeño

Aquel chico parecía confuso. Igual que Alicia cuando se cayó por la Madriguera. ¡Qué divertido va a ser esto!

Allí estaba él, esbozando una sonrisa de oreja a oreja, después de avisarme de que mi enemigo no había sido abatido. ¿Acaso sabe quién es?

- ¿Eres alumno de Alice? - le pregunté, deduciendo con suma obviedad el hecho de que portaba una túnica azul

Me siento muy débil. Pero hay tanto que hacer. ¿Cómo sabe él que mi enemigo no está muerto? ¿Y... a qué viene esa sonrisa en una situación tan dramática?

¿Quién es ese chico?

- Sí, soy alumno de Alice - le respondí, con total tranquilidad - Aunque eso ahora es lo de menos

Me acerqué a él con total tranquilidad. No es mi enemigo y no hay enemigos en los alrededores, así que, ¿por qué tanta prisa?

- Deduzco que estás confuso por lo que te estoy diciendo - le comenté, poniéndome de cuclillas a su lado - Es fácil de explicar: vi esa gigantesca figura de agua en la orilla del lago y me teletransporté hasta aquí, para ver qué estaba sucediendo exactamente. Justo en ese momento, ví como un chico de cabellos oscuros congelaba la figura de agua y desaparecía tras realizar el embrujo.

Aquel chico seguía confuso

- Después todo lo que tuve que hacer fue leerte la mente. He visualizado vuestra conversación y está claro que ese tipo no juega limpio. De todas formas no hay nada que hacer, ya que ese chico se ha esfumado... ¿un caramelo?

Me explicó lo sucedido. Parece que este individuo es más de lo que aparenta. Agradecí el detalle de ofrecerme un caramelo, pero lo rechazé. Ahora mismo no estoy para comer absolutamente nada.

- De modo que leíste mi mente, ¿eh? - le comenté. Sin duda, Alice sabe elegir bien a sus alumnos.

De todas formas, esto no tiene sentido. Me ha atacado sin piedad, y no ha sido hasta que he utilizado el conjuro de sintetización cuando se ha esfumado. Si tantas ganas tenía de matarme, entonces... ¿por qué ha huido? ¿Tan fuerte soy?

No, dudo que sea eso. Tiene ser algo más intrincado. Debe haber algo que se me escapa, pero... ¿el qué?

Intento recordar todo lo ocurrido: nuestra lucha, nuestra conversación. La impulsiva necesidad de redimirse con el fin de hacerle "ver la verdad" a su maestra. Hacerle ver a Narshel que...

¡Será desgraciado, ahora lo entiendo! ¡Este era su plan desde el principio! ¡No quería luchar contra mí abiertamente! ¡Lo único que quería era salir herido de esta pelea! ¡Ahora irá a La Torre, e intentará convencer a Narshel de que no hizo nada malo!

¡No puedo permitirlo! ¡Si lo consigue, estará más cerca de Crescent y entonces...!

Intento levantarme, pero no puedo. Mi último ataque me ha dejado sin energías. Ni siquiera puedo realizar el conjuro de teletransportación... ¿qué puedo hacer?

- Necesito tu ayuda - le dije a mi recién conocido camarada

- Lo sé - respondí, haciéndome el interesado

No ha sido difícil penetrar en su mente, ahora que está sin energías. He podido leer todos y cada uno de sus pensamientos. Si lo que quiere es ir a la Torre, sin duda voy a tener que llevarle yo mismo. No está en condiciones de realizar ningún conjuro.

- No sé donde está esa Torre - le comenté, cargándole en mis brazos para ayudarle a levantarse - Pero... puedo leer tu mente para conocer mejor su ubicación. ¿Me permites?

Este es, sin duda, el método más eficaz para ir a sitios lejanos sin tener que patear medio mundo. ¡Qué práctico!

- A propósito, me llamo Xerxes - me presenté - ¡Encantado de conocerte!

Nuevamente, aquel tipo me leyó la mente con el fin de ahorrarme el sufrimiento de decir nada, cosa que agradecí enormemente. Después de que me ayudara a levantarme, se presentó: se llamaba Xerxes

- Un placer, Xerxes - le dije, como buenamente pude - Yo... soy Xehanorth

En aquel instante, noté cómo Xerxes se introducía en mi mente, con el fin de descubrir el paradero de la Torre y así, poder teletransportarnos directamente. Debo avisar a Narshel, antes de que sea tarde:

- ¿Puedes teletransportárnos directamente a los aposentos de mi maestra? - le pregunté apurado. Él, en respuesta, afirmó.

Y sin más dilación, ambos nos teletransportamos directamente a la Torre del Valle de los Lobos