Nada más descansar un poco, Dam me guió hacia la taberna después de teletransportarnos a Rossnatt. Nunca había ido a una taberna y pronto supe el por qué... El hedor de los vómitos fue lo primero que detesté en la taberna. Lo segundo no fue ni más ni menos que toda la gente apretujada en las sillas y mesas y el profundo griterío que ellos formaban.
No quise entrar. Preferiría estar en un lugar aislado y sin ruido. Mis oídos me hubieran agradecido el viaje a los bosques o a cualquier otro lugar tranquilo y mi olfato también pero desgraciadamente este lugar era mi recompensa del esfuerzo de hoy. Aunque el sitio no me agradara, entré detrás de Dam.

Hice que Sui me siguiera por la Taberna, había cambiado los rasgos de mi cara para que no me reconocieran a simple vista. Llegamos hasta una puerta y el guarda, con tan solo mirarme a los ojos, abrió mucho los suyos y nos dejó entrar.
Entramos a la zona privada de la taberna, una taberna dentro de otra, aquí, a pesar del ambiente festivo y ligeramente ebrio, era diferente, más civilizado y mucho menos animal, la zona para alumnos, tanto magos como guerreros, aunque siempre se formaban los típicos corrillos, detectables a simple vista:
-¿Aquí mejor, no?-dije, sonriendo.
Me acerqué a la barra y me subí de un salto:
-¡Bueno, alumnos! He de notificaros que tenemos una nueva guerrera, su nombre es Sui y como celebración a su entrada, hoy yo invito a todo!-
Se oyeron algunos vitoreos tras el silencio inicial. Pero, lejos de lo que cabría esperar en una taberna normal, los clientes no volaron a la barra a consumir todo lo que pudiesen y más, sino que, al contrario, se relajaron al ver que no tendrían que purgar en su desgastado bolsillo o en el de sus padres.
Asentí para mis adentros, a pesar del alcohol, eran mis alumnos.
Algunos curiosos se acercaron a Sui. Yo me senté en la barra a hablar con un veterano mientras de vez en cuando le echaba un ojo a la nueva adquisición.

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Nota: ya puede entrar Axhel(puede poner que estaba ya dentro). Sui tiene permiso para manejar NPCs de alumnos para establecer diálogos. Podeis rolear con Dam sin problemas, por supuesto

Pronto, llegaron más clientes. ¿Acado no éramos ya suficientes? Miré de reojo a los nuevo y me sorprendí. Era Dam con una enmascarada. Portaba un arco y un carcaj de cuero con ramas y hojas que estaba llena de flechas.
Se sentaron cerca de mi pero no se percataron de mi presencia o al menos, no la dieron a notar.
-¡Bueno, alumnos! He de notificaros que tenemos una nueva guerrera, su nombre es Sui y como celebración a su entrada, hoy yo invito a todo!
Varios curiosos se acercaron a la nueva y empezaron a felicitarla sin embargo esta solo asentía fría sin darle importancia a lo que estaban diciendo. Yo aproveché para terminarme la bebida y sacar la guadaña. Cuando se apartaron todos sonreí malígnamente ante Sui. O eso era hasta que la vi más a fondo... en su piel habían marcas recientes de unas cadenas. ¿Qué le había hecho Dam para que se hayara de esa forma?
- Bienvenida al infierno. - No le di tiempo para pensar en la respuesta. Me acerqué a Dam y le di una palmadita en la espalda.- Te espero en la Fortaleza para la prueba.

-¿Qué te dice que no sea yo quien te está esperando?-dije, muy serio, luego cambié mi cara-Nah, no se predecir el futuro...por ahora.-sonreí.
-Bueno, ¿qué tal te va con la guadaña? ¿Te gustaría que te enseñase?
Algunos guerreros comenzaron a acercarse a Sui, a ofrecerle sentarse en su grupo o a compartir entrenamientos, algunos ofrecimientos eran meras formalidades, otros, para que formasen parte de su grupito, y otros...bueno, con otros fines, esperaba que mi alumna supiese defenderse bien de estos últimos.
Era totalmente apreciable que eran menos los magos que le le acercaban. En la escuela había una norma nunca escrita que consistía en magos con magos y guerreros con guerreros, tan solo podía hacerse una sola cosa a la vez. Era increible cómo había ido naciendo este código, puesto a que yo mismo lo incumplía, pero digamos que me otorgaba mayor poder como maestro, podía morirme tranquilo, había dejado mi huella en el mundo. Entonces recordé que los siervos del Dios nunca mueren, asi que mi huella seguiría presente por toda la eternidad.

-Bueno, ¿qué tal te va con la guadaña? ¿Te gustaría que te enseñase?
Cogí más fuerte la guadaña y empecé a darle vueltas como si de un juguete se tratase pensativo ante su gran propuesta.
"Él no me puede enseñar nada de lo que ya sé. Él no maneja ese tipo de armas, ¿o si?"
Lo estudié con la mirada y pronto supe que esperaba mi respuesta. Que no me leería la mente esta vez. Paré de jugar con la guadaña y le di un golpe en el suelo con fuerza haciendo que todos callaran y miraban hacia allí. Le di un "si" con la mirada y me giré a Sui que estaba aburrida dándole sorbos a su bebida sin ganas de nada.

-¡Bueno, alumnos! He de notificaros que tenemos una nueva guerrera, su nombre es Sui y como celebración a su entrada, hoy yo invito a todo!
Nos sentamos en la barra y nos pusieron una copa de un alcohol que no conocía. Muchos alumnos se acercaron a mi a felicitar mi ingreso en la escuela pero no les presté mucha atención. Algunos me invitaban a su grupo, otros para entrenar en conjunto pero yo no quería nada de eso. Solo los miraba sin expresión en el rostro y al tiempo se fueron todos... todos salvo un chico de túnica verde y guadaña en mano, sonriéndome malignamente que se acercaba a mí lentamente.
- Bienvenida al infierno.
Iba a replicar pero al parecer no era yo la que importaba allí. Él, al indicarse a mi Maestro, le dejé de prestarle atención  empecé a beber pequeños sorbos a mi bebida.
- Maestro, -dije al cabo de un rato aburrida- Me voy al campo de entrenamiento. - añadí levantándome de mi sitio sin prestarle atención al aprendiz de mago que me miraba fijamente con cierta seriedad.

OFF: para ser aprendiz de guadañas necesitas báculos y lanzas y no miscelanea, avisa a la administración para que lo cambie


-¿Qué? Pero si ahora viene la mejor parte...-le dije a Sui.
Me giré hacia Axhel:
-Muy bien, en ese caso, demos a estos guerreros algo de qué hablar: ¡Sho'gün!-grité.
Un chico Zhantiano [ANOTACIÓN: los Zhantianos tienen rasgos orientales] saltó como un resorte de su silla y vino como una exhalación hasta mí:
"-Qué ocurre, Maestro?"
-Siempre me has dicho que quieres medirte con alguien de tu nivel, pues bien, os presento: Axhel, Aprendiz de Báculos y Lanzas y aprendiz de Segundo Grado contra Sho'gün, mi único Aprendiz de Miscelanea.
Sho'gün, orgulloso y algo ebrio, miró a su oponente por encima del hombro:
"Me va a vencer un criajo con un palito?"
Sacó una de las múltiples armas que llevaba en su cuerpo, ésta estaba a su espalda: una kusarigama

Spoiler:

NOTAS:
-Vencer sin matar a Sho'gun, es un rol de combate.
-Ventajas de Axhel:

• tiene un pequeño dominio de la magia que puede inclinar la balanza a su favor.
  
• su oponente ha bebido alcohol y sus reflejos no están a cien
  
• su oponente piensa que va a usar tan solo un báculo y no una
  

-Desventajas de Axhel:

• no conoce las armas que porta su enemigo ni sabe su utilidad ni funcionamiento
  

-No puede controlar lo que le ocurra o haga su oponente
-Mínimo 3 posts de combate, para hacerlo interesante.
-Si no quieres hacerlo, dímelo y cambiaré este por un rol normal
-A divertirse

Todos se giraron y nos dejaron espacio para el combate mientras los murmullos declinaban la balanza de apoyo en combate hacia mi enemigo. Esto no me importaba en absoluto. Yo era poco conocido y un lobo con malas pulgas hacia el compañerismo y la amistad.
Me puse delante de él, frío y con la mente despejada, concentrándome en Sho'gün. Puse la guadaña en posición de defensa y me preparé para su ataque. Pensando que hechizos podía y no podía usar en esta batalla.
Él estaba ebrio así fácilmente deduje que las posibilidades de que solo se concentrará en el ataque era inmensa.

Sho'gün lanzó el peso de su arma y la cadena se enredó en los brazos de Axhel, entonces, tiró de la cadena con fuerza, y tanto él como Axhel se acercaron el uno al otro, pero mi alumno más veterano tenía otra cosa pensada: saltó ante un confuso Axhel llevando la cuchilla de su arma por delante.

SITUACIÓN: Axhel se encuentra desequilibrado a causa del tirón, no puede mover las manos puesto a que las tiene inmovilizadas por una cadena enrollada con un peso, ello hizo que se le cayese la guadaña. Sho'gün se encuentra en el aire, con una cuchilla apuntando hacia él. Tirar de la cuerda le salvaría, pero ambos caerían al suelo y su enemigo podría reponerse antes puesto a que no tiene las manos enredadas.
PISTA: libérate de las cadenas con un simple paso. No uses teletransportación. Un cambio de "manos" te servirá.

Solo vi una solución para todo esto. No quería usar mi verdadera forma pero esta vez había subestimado demasiado a mi oponente. Realicé mi transformación y las cadenas se soltaron con gran rapidez. Me moví varios pasos para que no me diera con su arma y, con un apresurado movimiento salté encima de él y le mordí la mano donde tenía el arma con intención de arrebatársela.
El público empezó a animar con más fuerza hacia el Zhantiano. Me desconcerté por el albedrío que se estaba formando y empecé a morder más fuerte perdiendo un poco la frialdad y concentrándome en ganar.

Sho'gün emitió un rugido de dolor cuando los dientes del lobo atravesaron su carne, y, mirándolo con odio, relajó su mente aunque su brazo y sus dientes seguían en tensión, entonces, abrió los ojos y con los dos dedos de su mano libre, aplicó un punto de presión en el cuello del animal con una fuerza inusitada.
Axhel lobo voló un metro y luego se deslizó por el suelo, inmóvil. Cuando se repuso del toque de presión de su oponente y se levantó, vio cómo Sho'gün se llevaba la mano a la boca unos segundos, entonces, la apartó y escupió un líquido entre plateado y carmesí, su boca estaba llena de sangre y podían vislumbrarse unos enormes colmillos ensangrentados:
"-¿Quieres jugar, perrito?-con una velocidad inhumana se acercó hasta él y de no se sabe donde, se sacó unos nunchakus de metal y al instante que golpeaba al lobo, dijo:-Pues toma el palito"-le golpeó al menos dos veces, pero no pararía de hacerlo.
En sus ojos brillaba el descontrol y el salvajismo:
"-Tengo hambre"-dijo.

Yo observaba la escena, impasible.

Tras asestarme varios golpes retrocedí hacia la pared, aumentando mi fuerza de impulso y pasé por el lado de mi oponente mientras que, a la velocidad de una bala, mi cuerpo se volvía a transformar y mi impulso me guiaba hacia mi guadaña aún en el suelo tirada.
Tan pronto como la cogí, me impulsé hacia mi enemigo y le empecé a enviar tajos rápidos y oportunos aunque no profundos. Eran cientos de ellos y todo en un par de minutos.
Cuando me aparté su cuerpo había sido invadido por mis golpes en su totalidad.

Sho'gün, ebrio de alcohol, venganza y hambre había cegado toda forma de su ser y la ira le llegó a dejar imóvil, momento que aprovechó Axhel para asestarle continuos golpes y cortes.
Alcé una mano y todo se silenció, Axhel, sin siquiera verme sintió el impulso de bajar su arma. Bajé mi mano y dije:
-El combate ha terminado. Axhel, has cumplido con mis espectativas, me alegro. Podrás hacer tu examen cuando desees, tengo también dos regalos para tí, uno para cuando te gradues, otro si te unes a mí. Con respecto a tí, Sho'gün,-chasqueé los dedos y sus heridas se curaron y su ira se disipó- eres de los alumnos más prometedores que tengo, superarías a algunos maestros de otras disciplinas, pero debes controlar tu ira para graduarte.-sentencié. El jóven murmuró una disculpa y una aceptación, conforme:-Pero bueno, ya basta de adrenalina y tomemos un poco de alcohol, que invito yo!-grité con una sonrisa.
La taberna coreó mi nombre.

Me quedé viendo la pelea. Todos se inclinaban por ese vampiro sin embargo era obvio que el ganador iba a ser el mago de la guadaña. Me sorprendió su agilidad pero aún tenía mucho que aprender. Era aún un cachorro. Era evidente que su victoria fue debida a que su oponente estaba ebrio y su incontrolable ira.
No obstante la curiosidad ante él era fuerte. No habló con nadie después del combate solo le dio unas monedas a mi Maestro y se fue.
Yo me quedé pero no bebí. Solo esperaba a que Dam se levantara para poder irnos.